El espíritu del aquel Sindicato Autónomo de la Vid (SAVID) que tantas movilizaciones protagonizó en Jerez sigue presente. Ayer, Antonio Saborido se refirió con orgullo a su sindicato anarquista, asambleario, la CGT, que pese a no necesitarlo convocó una asamblea en el polideportivo Ruiz-Mateos para refrendar, a mano alzada y sin notarios (expulsaron a la notaria que acudió a levantar acta) un convenio que aún necesita de la parte más jugosa: la productividad.
Aseguran CGT y SIP que esa parte, que corresponde distribuir a la alcaldesa y su equipo de gobierno, será repartida de forma justa mediante una disposición adicional. El PP tiene dos grandes aliados sindicales. Pacheco ganó las elecciones gracias a USO en 1979. Ahora, un sindicato anarquista y otro independiente de policías locales (ayer fueron a la asamblea uniformados y con sus armas reglamentarias) apoyan al PP y García Pelayo. Cosas de Jerez, pero el poder y el juego sindical son así. Son las reglas, unos ganan y otros pierden. UGT y CCOO no reaccionan.
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