Una y otra vez regreso a Cádiz, lo que pasa es que últimamente lo hago más feliz porque se respira otro aire social, que no viene mal un refresco. Pasear por La Caleta, detenerte en La Quilla, que no necesita más decoración que levantar el cierre y dejar que la playa entre por derecho en el alma es imprescindible. Este fin de semana me encontré con ellos, mi gente de Cai, que cantan para espantar sus males y porque aman su pueblo. Dos piezas tradicionales porque el pasado suele ser mejor (a juzgar por como lo pasamos ahora en España).
Mi vida transcurre estos meses en un tren, en el coche de Mary (que gasta menos), entre Cádiz y Jerez, y viceversa. Me tomo una empanadilla de Antonia Butrón antes de salir de la tacita y luego me paro en la Venta Cartuja, a comprar una buena telera de pan de leña y algunas chacinas de la sierra. Y me quedo con lo mejor de todo, que es lo inteligente. Y cada vez más orgulloso de ser andaluz. Espero que os guste. Me encontré con ellos en La Caleta, se hacen llamar "Los del Colerete". No os digo más...Arte y voces.
Y esta canción para tí, no te rindas...