Jiménez Barrios con los delegados territoriales de Càdiz. Crisol a la derecha. |
Ni las buenas ni las malas, parece que quien maneja las redes sociales en el PSOE de Cádiz, que no lo sé, no se termina de dar cuenta que hay que estar a las duras y a las maduras, incidir en Twitter con inteligencia emocional y no visceral.
Personalmente me importa un pito, de verdad, que haya quien no retuitee noticias de CNA, de mi blog o de otras publicaciones. Pero eso no es interactuar, y hay quien comienza a darse cuenta de que debe darse un giro a todo. No es el camino, y menos ahora que la inquieta y ambiciosa (dicho sea con respeto) Irene García tiene tiempo libre para constatar que su política de comunicación necesita un serio golpe de timón.
Personalmente me importa un pito, de verdad, que haya quien no retuitee noticias de CNA, de mi blog o de otras publicaciones. Pero eso no es interactuar, y hay quien comienza a darse cuenta de que debe darse un giro a todo. No es el camino, y menos ahora que la inquieta y ambiciosa (dicho sea con respeto) Irene García tiene tiempo libre para constatar que su política de comunicación necesita un serio golpe de timón.
Ayer ví a Juan Pedro Crisol en su nuevo trabajo, con mi apreciada María Luisa Suero, una excelente periodista que ha ido trabajando con distintos consejeros/as con esa elegancia que distingue a quien sabe de su trabajo. Crisol se sentó a la mesa del padre, ejem, de Manuel Jiménez Barrios, quien siempre será Chiqui para todos y que ahora se enfrenta a un reto muy complicado, y lo sabe. Esperemos que no le entre el síndrome de la mala leche y mantenga su buen tono. Ayer, con una agenda densa y corta, pasó por Diario de Cádiz.