Pedro Pacheco en una foto de JC Sánchez. |
Les recomiendo que hoy busquen y lean hoy la edición papel o en Orbyt de EL MUNDO de ANDALUCÍA, la primera entrega de unas declaraciones que Pedro Pacheco me hizo ayer. Sumamente reveladoras de cómo se siente y del drama que están viviendo tanto él como su familia. Habrá quien piense que un hombre debe afrontar las consecuencias de sus actos y que los suyos fueron muchos años en el ejercicio del poder, que ya se sabe lo que pasa. Pero ¿hay algo más? Puede que sí, o no, depende.
El 2 de abril cumple 65 años y será un jubilado de la vieja y añorada Caja de Ahorros de Jerez, cuyos restos y réditos maneja hoy "la Caixa". Nadie en Jerez y menos en mi profesión me puede reprochar nada sobre la conducta que tuve, tengo y tendré con respecto a Pedro Pacheco. De respeto y contundencia cuando ha sido necesario.
De la tormenta perfecta que se abate sobre él nadie es más responsable que él mismo y l@s enemig@s que se ha creado en 24 años. Pero no se hace leña del árbol caído y máxime cuando todo parece indicar que su carrera política ha acabado y sé por quién lo digo.
Ayer, a nuestro lado, se sentó su amigo Rafael Plaza, aquel gran comunicador con el que aprendí -junto a Carlos Vergara- a hacer informativos y radio en la década de los 80, cuando Pedro irrumpió en el ayuntamiento, aquel joven abogado responsable del departamento de impagados de la Caja de Jerez. Plaza nunca le ha dejado, siempre ha estado a su lado, es de esos amigos imprescindibles que se han de cuidar toda la vida. Los que nunca te dejan. Los otros, los cobardes, los que más te deben, mejor lejos. Buenos días y buena suerte.