He buscado en Twitter al concejal del PP de Toledo que no solo se marchó del pleno donde unos padres con hijos con cáncer querían exponer sus quejas, sino que se encaró con uno de ellos al salir. Se fueron cuando la madre un niño enfermo de cáncer en el Hospital Virgen de la Salud iba a tomar la palabra para denunciar los recortes del Gobierno de Cospedal en tratamiento oncológico.
He intentado exponerle directamente en un tuit mi punto de vista al edil pero para mi sorpresa, en el perfil que parece suyo los tuits están protegidos. Digo que parece suyo porque igual es un fake (parece que no). Y ese perfil no permite que se le hagan comentarios salvo si se autorizan.
¿Qué ha pasado? Pues parece que la respuesta está en La Tribuna de Toledo donde leo que "el viceportavoz del PP municipal, José López Gamarra, ha presentado una denuncia ante la Policía Nacional por las amenazas de muerte que ha recibido en su teléfono particular. A su vez, el Grupo ha cerrado las cuentas oficiales de twitter y facebook para cortar la sucesión de insultos que se estaban produciendo en las últimas horas". También se hace eco ABC de esas amenazas. Y más medios digitales.
Sea como sea, creo que debería pedir disculpas primero por su actitud como representante del pueblo y de un partido donde hay mucha gente sensibilizada con el cáncer, que no hace distinciones. El PP debería forzarlo a pedir disculpas y luego a dimitir fulminantemente.
Flaco favor le ha hecho al PP este grupo de concejales, salvo una edil digna y valiente, a un partido que si es criticado ahora es por los recortes sociales, aunque ellos insisten en que no es así. Ojo a estos desaires, son los que elevan el desapego y el desprecio ciudadano hacia la mala política. Cospedal debería intervenir cuanto antes. Las formas y la sensibilidad no se deben perder. Nunca. Escuchar a los ciudadanos va en el sueldo. Aunque duela. Es así.