Mil euros por una jornada de chivateo, cuatro mil euros por descargar los fardos, luego hay que pagar al dueño de la nave o local donde se guarda el hachís (guardería) hasta su posterior traslado, el alquiler del coche, el piloto y la lancha. Amén de los teléfonos móviles e imprevistos. El pase le sale al capo por 81.000 euros, una elevada cantidad que paga sin problemas porque los beneficios son elevados, y el peligro aún más.
En EMPRESAS
*Opina Francisco Mena: Un lucrativo negocio que no para de crecer…