Panorámica de Jerez desde el antiguo Cine Maravilla. Foto PC |
No es una casualidad que tanta gente vayamos llegando a la conclusión de que Jerez necesita un nuevo gobierno local en 2016 y que todo apunta a que sería un tripartito (PSOE-IU-Ganemos Jerez). Comprendo que en la oposición, influyendo y opinando en libertad, con salario a fin de mes, se está muy cómodo, pero no es eso lo deseable para una ciudad que necesita nuevos impulsos. Y más con una emisora pública que no termina de ser lo que, por ejemplo, intenta ser Onda Cádiz en su nueva etapa.
Aquí hay que arremangarse y meterse en el fango del día a día. Algo que hace, y no es la primera vez que lo digo, el edil Santiago Galván, alejado de la batalla interna de su partido, aunque atento a las jugadas, y centrado en lo municipal. Pero las cuentas son tozudas, la herencia muy pesada y las salidas pocas. Salvo que Mamen Sánchez quiere enfrentarse al morlaco, pero no puede hacerlo sola. Comprendo que es difícil.
Pasadas las elecciones del 20D, aclarado el panorama político y fijado el nuevo gobierno de España, uno de los retos será la reforma de la administración local, y de su financiación. Es un asunto que está pendiente, aparcado temporalmente por el Gobierno de Rajoy ante la sonora pitada de muchos alcaldes y alcaldesas, incluso del PP. Y es que los regidores comparten problemas y escasez presupuestaria.