13 abr 2016

Una oportunidad para el cambio

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Antonio Hernando, Pedro Sánchez y Micaela Navarro. Foto PSOE


“Demos una oportunidad al cambio, somos 15 millones, 199 escaños y tres partidos políticos que compartimos un objetivo: el del cambio”. Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, sigue con ilusión. “Si estamos de acuerdo con muchas de las medidas que impulsamos, ¿cómo es posible que en el Gobierno de España no pueda haber también este entendimiento?”, se preguntó ayer ante el plenario del grupo parlamentario socialista. “¿Por una mera cuestión de sillones?. Ese cambio es posible “si anteponemos los intereses generales a los particulares y si todas las fuerzas políticas del cambio entendemos y nunca olvidamos cuál es el mandatos que nos dieron los ciudadanos el pasado 20 de diciembre: acabar con el gobierno de Rajoy, con la desigualdad, con la corrupción y el enfrentamiento entre territorios que han provocado el presidente del Gobierno en funciones y su partido”. Ahí lo dejó.

Es posible que nada ni nadie evite que se convoquen de nuevo elecciones generales en España. Y tengo claro que tenemos la suficiente inteligencia política y emocional para orientar nuestro voto en el sentido correcto. Reflexionemos al respecto ahora que poseemos, gracias a esta falta de consenso, mucha más información sobre las verdaderas intenciones de algunos partidos políticos. 

Me reservo mi propia reflexión porque aún mantengo un cierto margen de confianza en que me sorprendan antes de la fecha límite y que de la ronda de consultas del Rey salga un candidato o candidata que obtenga los apoyos precisos en Las Cortes para asumir un Gobierno serio.  Me pregunto ¿qué fue del espíritu del 15M? y por qué -ante tanta conducta corrupta en España- no se produce una rebelión social igual o superior a aquella. ¿Podemos o no?

Los que se van
Precisamente ahora, como canta mi paisano David de María, se nos va gente buena, como Manolo Tena, que pudo disfrutar de un precioso homenaje en el programa A mi manera. Llevo pensando mucho en la vida de Manolo, que se fue bruscamente ahora que las cosas comenzaban a irle bien. Fue una dama madura, vestida de negro, conocida, la que antes de entrar en la capilla ardiente, recordó que "muchos le habían abandonado". 

Manolo se lamentó de sus "adicciones" en el programa y en algunas entrevistas. Adictos ha dejado unos cuantos, a su música honesta, a su voz singular, al buen tipo, canalla rockero como debe ser. Espero que la SGAE salde su deuda. Creo que están preparando un festival homenaje al que espero ir.
"Siempre quedará mañana, la mañana de mañana junto a tí". Se me rompe el corazón escuchando la versión de Manolo Tena. "No he dudado ni un momento, ni un solo momento de tu amor..." ¿Quién coño es capaz de cantar con alma una pieza así? 

No tengo un buen día hoy, no, es que cada vez aguanto menos la mierda que nos rodea y agradezco más a quienes dan tanto teniendo tan poco, los adoro, son mi motivo de lucha. Estoy frente al mar, en uno de esos chiringuitos que no cierran en la playa de Cádiz, donde me maravillo de lo falso que, a veces, es este mundo del periodismo. ¿Por qué hablan de rigor en la prensa cuando realmente deberían hacer unas ordenanzas municipales valientes sobre la publicidad institucional? Ahí lo dejo.

Echo de menos Madrid, muchísimo. Sé que, si me lees, lo sabes, que allí pasé probablemente los mejores años de mi vida. Y si no, pues eso, ya lo sabes. 

Echo de menos más vida y alegría en Jerez, me gustaría recuperar aquel ambiente de los ochenta en la ciudad, donde gentes que ahora impulsan un medio digital, La Voz del Sur, programaban actuaciones, cultura y diversión, cine de verano en el antiguo solar del Eslava, garitos cerrando al amanecer. 

Yo trabajaba (gracias, querido Andrés Cañadas) en Radio Popular, la familia profesional que no puedo olvidar. Tampoco a los compañeros de la SER y Onda Cero. La música mantiene todos mis recuerdos.


Me he buscado en Spotify la playlist de A mi manera, magnífico programa de La Sexta, cadena que cumple 10 años de buen trabajo. Días atrás, en una convivencia entre periodistas, a la que faltaron algunos y algunas por voluntad o por destino, una compañera agradeció que siempre acompañe con música esta colaboración digital. 

No puedo evitarlo, la música, en la radio, siempre llena mi vida. Tengo alma de blues (gracias Sole Giménez) y corazón de rock, que a veces se acelera por las ilusiones, el amor y el cabreo al ver como nos toman el pelo los que tienen billete a Panamá y licencia del poder para cachondearse de quienes luchamos día a día sin descanso.