Fraude en un cuadro eléctrico. Foto Endesa |
En 2016, en Andalucía se defraudaron más de 623 millones de kilovatios/ (kWh), lo que equivale al consumo de diez meses de una ciudad como Jerez de la Frontera. Esta energía corresponde a los 50.312 casos registrados en la comunidad, un 32% más que en 2015 (37.991) y un 88% más respecto a 2014 (26.721).
En concreto en la provincia de Cádiz, Endesa registró en 2016 más de 50 millones de kWh defraudados, equivalentes al consumo de mensual de la ciudad de Jerez de la Frontera. En total la compañía identificó en 2016 en la provincia de Cádiz 4.506 casos, datos similares a 2015 con 4.584 casos, mientras que en 2015 fueron 3.894, un 16% más.
"A esta realidad se une el aumento de detección de fraude masivo por plantaciones ilegales de marihuana, una realidad que se registra sobre todo en provincias como Granada. Esta situación, además de representar un delito contra la salud pública, representa un problema de seguridad y de calidad de vida para los vecinos que viven cerca de esta realidad, que sufren continuos cortes de suministro al sobrecargarse la red".
Por provincias, en 2016, Sevilla fue donde más casos se registraron con 16.183 (54% más que en 2015), debido también a que se trata del núcleo urbano más poblado. Le sigue Málaga con 9.026 casos (22% más que el año anterior), Almería con 5.471 casos (43% más que en 2015), Cádiz con 4.506 casos (datos similares a 2015), Granada con 4.382 (+35%), Jaén con 3.914 casos (+85%), Huelva con 3.428 (cifra similar a 2015), y Córdoba con 3.402 (+18%).
El fraude eléctrico es también un problema para la seguridad y la salud de las personas que conviven o están próximas al defraudador. Las instalaciones manipuladas no cumplen la normativa en materia de seguridad y generan un importante riesgo no solo para aquellos que las manipulan, sino también para las personas que viven o circulan en la proximidad de esas instalaciones. En los últimos años se han registrado numerosos casos de incendios en instalaciones y viviendas como consecuencia de dichas manipulaciones, que han causado numerosos heridos de diversa consideración e incluso decenas de fallecidos.
Según datos de Endesa, el 80% del fraude eléctrico en España proviene de empresas del sector industrial y de servicios; y del 20% restante, más del 80% fue debido a particulares que tienen elevados niveles de consumo. En base a estas cifras, sale a la luz que solo el 1% del fraude proviene de enganches ilegales efectuados por familias de bajos ingresos.
"Gracias a la tecnología aplicada por Endesa en su Smart Grid, la implantación de los nuevos contadores inteligentes, herramientas como el Data Mining y el aumento de los equipos especializados en la detección de fraude, Endesa ha aumentado un 35% el número de fraudes detectados en Granada".
"Y es que el fraude es, por encima de todo, un recurso ilegal. En el caso de las empresas y grandes consumidores domésticos que utilizan este recurso para abaratar su factura eléctrica a costa de todos los demás consumidores, el impacto negativo de esta actuación no repercute en lo esencial sobre las compañías eléctricas, sino que, al igual que sucede con el fraude fiscal, afecta directamente a los recursos del resto de las empresas y de los ciudadanos, porque se traduce en un incremento de la factura eléctrica que estos pagan".