"Laureano Oubiña Piñeiro, el 5 de Julio de 2001, por primera vez, fué condenado por el Tribunal Supremo por delito contra la salud pública de sustancia que no causa grave daño a la salud (haschis). Sin embargo, para los medios de comunicación y para la opinión pública, desde 1988 pasa por ser el "capo" más peligroso del país y de Europa". Este es el preámbulo de la web del narco Laureano Oubiña: www.laureanooubina.com lo que muestra el alto valor que tiene internet para todo el mundo en este momento. Los que combaten el narcotráfico no salen de su asombro. Oubiña se hace estas preguntas y afirma luego:
"Quién tiene interés en que esto sea así y por qué? ¿Quién o qué se esconde tras esa cortina de humo? Los abusos y las falsas imputaciones, judiciales o periodísticas ahora ya pueden tener respuesta desde las ventanas de la red.La impunidad y el monopolio informativo de los medios han terminado. ".
Julio Á Fariñás, en La Voz de Galicia, escribe un completísimo reportaje sobre la personalidad, peripecias y argucias del cibernarco:
Después de once interminables meses de juicio y un cúmulo de incidencias sin precedentes en la historia reciente de la Audiencia Nacional, el tribunal que ha de decidir si condena o no al capo gallego Laureano Oubiña ha iniciado sus deliberaciones.
Si el juicio fue largo -comenzó el 30 de noviembre del 2004 y concluyó el pasado 30 de septiembre- no habrá sentencia dentro del plazo legal, entre otras razones porque son 23 los acusados y, si bien los 12.500 kilos de hachís incautados el 30 de septiembre de 1999 a bordo del barco Regina Maris son una realidad tangible, el tribunal no lo va a tener fácil para acreditar la implicación en los hechos de aquellos acusados que no formasen parte de la tripulación del barco.
Pero los problemas para el tribunal no van acabar ahí, porque el juicio concluyó sin que el principal acusado estuviese asistido de abogado defensor y eso, según las defensas consultadas, tendría que implicar, como mínimo, la repetición del mismo. De no ser así, el pleito va a acabar en Estrasburgo. Por menos motivos el capo cambadés ya llevó en varias ocasiones a la Justicia española ante los tribunales comunitarios.
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