26 sept 2006

En Jerez manda Pacheco

En Jerez manda Pacheco. Que no se lo cuenten, que lo he visto yo con mis ojitos esta mañana en el pleno ordinario (y tanto) donde, como un asuntillo más se ha apobado el PGOU (tracatrá). Es que no caben más dudas y como dice Cabaña que se mantendrá el gobierno con el PSA hasta que las ranas crien pelo, pues aviaos estamos. Es que al verlo allí sentado, haciendo aspavientos, asquitos a los comentarios, insultando (¿yo, insultar?) a los portavoces de la oposición. Amos Perico, debías invitarlos a unas cañas y darles una palmadita en el hombro ¿ein?

Porque mientras que la oposición sea tan exigua como es, mientras que se prepare literatura y ataques paras buenos titulares pero no denuncias contundentes (luego llevadas a la fiscalía y al juez), mientras que –como tú dices bien- no tengan pruebas, aquí todo el mundo es inocente y tú, querido Perico, eres el más grande picha. No sé, la verdad, el tiempo que aguantará el pacto sin resentirse, pero creo que todos estamos hasta el copete de tanta falsa monea. Si Pilar quiere romper, que rompa, pero algo muy gordo tiene que haber por ahí para que Cabaña te jure amor eterno. Lo siento mucho por Pilar Sánchez pero en Jerez manda Pacheco y como alguien no aporte pruebas de que esta casa es una ruina, el que va a mandar a más de uno a la historia política es el “enorme”. Faltan pruebas, y cojones, u ovarios, depende. De momento, en la plaza de Jerez, con el respetable expectante, el maestro Perico está cuajando una faena de campeonato. Tiene pasta (60 millones pa la GMU), apoyo (er PZOE) y más tablas que el baúl de la Piquer, amén de una legión de incondicionales capaces de hacer el pino con las orejas (lo que usté mande, don Pedro). Pacheco ya tiene su PGOU. Ahora vamos a ver si el PP e IU-CA, sobre todo el primero, se liberan de lastres y emprenden el vuelo, libres de ataduras que Pacheco conoce bien. O eso creo yo, que igual estoy bastante equivocado.

Ha sido una experiencia religiosa asistir a la sesión plenaria de hoy en Jerez. Me he cruzado con Pedro Grimaldi y Chano, viejos amigos (creo que ex mios). El primero es el asesor de Don Pedro y, por lo que se ve, aunque recibió la petición a través de su compañera Patricia Perales, ha decidido no enviarme notas de prensa ni comunicados de la GMU. Espero que rectifique y me incluya pronto en su listado de correos electrónicos porque no me quiero perder ni uno solo de los actos (políticos) de Don Pedro. Si no me convoca me importa un pito, la verdad, porque me llegarán todas las convocatorias (uno tiene amigos, Pedrito, por todos lados). Ya he sufrido en otros tiempos el veto de Pacheco (no creo que sea así, pero…), como cuando me prohibió entrar a una rueda de prensa en Cádiz. Menos mal que estaba JJ Téllez, que me pasó todos los datos. Como no encontré otro sitio mejor, me dejé caer en el coche oficial del enorme, ante la mirada fulminante de su entonces conductor de confianza. Si Grimaldi me veta, que lo diga, que me mande un email. Si yo tengo una percepción errónea, que se marque un café, pero si es lo primero, creo que Grimaldi esta muy mal acostumbrado. Y eso que experiencia periodística y juglar no le falta. Pedro y Chano, cuantas historias compartidas por esa Costa Noroeste ¿verdad?

La jornada ha tenido otros momentos agradables, ver a viejas caras, a los compañeros de la CGT, cabreados con la escasa participación ciudadana en la elaboración del PGOU. Corchero pasando de un lado a otro del patio. Zarzuela, Rafael el de los periódicos, policías locales protegiendo la cosa, y periodistas, compañeros como Manolo Estévez (COPE), Beatriz Ortega (Onda Cero), fotoperiodistas como Manu, Esteban, Miguel Ángel, Ferrer (el rápido colega de todos los días) o Pepa Cabral, del Información Jerez, con quien ha sido un placer tomar un cafelito frente al Ayuntamiento, en la Vinoteca, la mejor atalaya para observar las idas y venidas de personajes municipales. Dios mio, qué mañanita. Luego he pillado el bus –lleno de señoras y pensionistas- para volver a casa. Pero como me he equivocado he terminado en el quinto pino. La próxima vez me llevo la bicicleta. Lo que pasa es que como en esta ciudad sostenible los de las bicis somos unos proscritos, a ver dónde coño la amarro para que no venga uno y me la sople. En Jerez manda Pacheco ¿lo tienen clarito? Pues eso. Hasta mañana.