No me cabe duda de que Bono vuelve, como lo ha hecho Ana Rosa Quintana, la líder matinal indiscutible, a la primera línea de batalla, tras año y medio sabático, felizmente vivido en retaguardia junto a los suyos. Los más osados -que obvian la condición indispensable de ganar las elecciones limpiamente y sin 'accidentes'- le sitúan como candidato a la presidencia del Congreso de los Diputados. Hoy ha defendido la valía de Gallardón -"donde menos le quieren es en su partido"- se ha metido con Almunia afirmando que "guardar un discreto silencio sería conveniente", y con el nacionalista Tardá -"nadie me va a callar la boca"- menos mal que admite que "nunca está ganada la batalla hasta que han contado las papeletas". Dice Bono que el debate sucesorio abierto en el PP les hará "perder las elecciones". Bono está en forma, demagogo, ácido, divertido, patriota, político disponible para ZP.