Bueno, por lo que veo, Casto Sánchez Mellado va subiendo como la espuma en sus didácticas ruedas de prensa, tan amenas y descriptivas, que no sé cómo las puedo perder, cielos. Los comentarios de los periodistas que asisten son increíbles, están todos fascinados con el "reverendo" Casto, porque te la impresión de que puede sacar el guisopo y excomulgarte ipso facto. Creo, firmemente, que cuando Pilar se canse o se vaya, o la nombren para algo, Casto subirá al altar político. Estos días, que me encuentro con González Fustegueras cada dos por tres, me acuerdo -¿tener memoria histórica en esta ciudad toca un poco los cojones, verdad Casto?- de su participación activa en el gobierno de Pedro Pacheco. Casto sucumbió ante el lado oscuro de la fuerza (tranquis, los otros no son Luke Skywalker) y ascendió tranquilamente en la estructura del megapartido que nos gobierna. Coñas aparte, Casto es un buen tipo, va aprendiendo lo que se manda en el lugar a donde le han mandado y, de momento, no se le subido a la cabeza, aunque los pelotaris abundan por los pasillos. Por cierto y García Bermúdez, ¿arguien zabe argo? Ay leñe, que está en la foto...