Lo que hoy es tratado como una exclusiva en el diario Público no es tal, dicen que es una mezcla de las simpatías que despierta el rotativo proZP en el Ministerio del Interior, que desde ayer se hizo cargo de la seguridad de la visita oficial (no de Jefe de Estado) del dictador libio Gaddafi, y del desastre generalizado de su seguridad, con cientos de personas pululando por el Hotel La Boticaria. Lo más triste es que la redactora de la información, una vez consumada la acción informativa y, según diversas fuentes, parece que comentó y se quejó de la presencia de un periodista que entró, se tomó un Oporto y cumplió todas las indicaciones que le dieron los responsables de protocolo, de la Embajada de Libia y del propio director del hotel, José Antonio Saénz. Entrar y salir del entorno del hotel era cosa fácil, pero ponerle pegas a los periodistas para ejercer su trabajo (perfectamente identificados) en una visita peculiar es el deporte favorito el departamento del ministro Alfredo Pérez Rubalcaba, el mismo que se presenta candidato por Cádiz. Menos mal que Saénz le llevó unas viandas a los periodistas que, con gran paciencia y estilo, si cumplieron las regllas del juego. A buen entendedor, pocas palabras bastan. El vídeo es de La Hora Chanante, está en You Tube