La derecha española sufre una maldición a la que escapa la izquierda: No hay nada a su derecha. No existe aquí, (pero si en casi toda Europa) un partido de extrema derecha. La extrema derecha española si que existe, solo que esta refugiada en el PP (Partido Popular). Y la historia de dicho partido muestra con claridad tres fases: La primera va desde la fundación de Alianza Popular hasta 1978, fase en la que predomina la derecha franquista dura. La fase segunda va desde 1979 hasta el final del primer mandato presidencial de J.M Aznar, fase en que se notan serios intentos de eliminar dicha derecha extrema apalancada en AP-PP. Y fase tercera, a partir del 2º mandato presidencial de Aznar, en que la extrema derecha y el integrismo religioso copan el poder en el (ya) PP, escorando claramente a este hacia la derecha dura y lo ultra montano. El error de Alberto Ruiz Gallardon es no haber visto que cada vez que se ha producido en AP-PP un choque frontal entre moderados y extrema derecha, esta ultima ha vencido.Ya me lo podían preguntar a mí. Ahora, también, ya se lo pueden preguntar a Alberto..Más aun, podría afirmarse que desde 1987, cualquier intento de evolución ideológica hacia la moderación ha sido ahogado (Matutes, Pique, Matas, etc).Pero Gallardon ha sido también victima del “síndrome del Nº2”. Tanto sobre la historia de AP, como del PP, ha planeado ese síndrome: Todos aquellos que aspiraban a la sustitución del líder de turno han sido eliminados por una coalición entre el líder, los demás aspirantes y episódicamente la CEOE: Rafael Pérez Escolar, Félix Pastor Ridruejo, Carlos Ferrer Salat, Alfonso Osorio, un servidor, Miguel Herrero, Hernández Mancha, Rodrigo Rato…Ahora Gallardón; después le tocara el turno al tal Pizarro. Atentos a la bronca considerable que se va a armar con ocasión de la elaboración de las listas del PP: el “affaire Gallardón” no es mas que el chupinazo de partida. La fiesta va a empezar