El gesto protagonizado ayer con el presidente del Gobierno Rodríguez Zapatero por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, no ha pasado desapercibido para nadie. Los rumores sobre el supuesto desánimo político de Mariano Rajoy se han disparado en los últimos días, desde su sonada ausencia en la votación de los presupuestos. Escribe hoy Antonio Papell en EL ECONOMISTA: "Los hechos son incontestables: ante la ausencia y la inoperancia de Rajoy, que condena al PP a la pasividad, Aguirre, presidenta de la comunidad más importante que gobierna el Partido Popular, ha actuado como una estadista, haciéndose con la iniciativa del partido y poniéndose al frente de las decisiones trascendentales, que nadie se ocupaba de tomar. Así, con independencia de las querellas internas que aquejan al PP y que son consecuencia de la falta de liderazgo, queda tácitamente planteada la candidatura de Esperanza Aguirre a la presidencia del PP. Cargo que, para ser operativo, requiere ilusión, iniciativa, coraje, capacidad de trabajo... Atributos que no adornan significadamente a quien lo ocupa en la actualidad". Aguirre le ha dado un balón de oxígeno al presidente del Gobierno, fija la posición de la comunidad más importante que gobierna el PP sobre la reforma del modelo de financiación autonómica y, sobre todo, nos vuelve a dar la talla que siempre ha tenido. Y un detalle, si la propuesta de Zapatero es buena ¿por qué no la va apoyar el PP? (Más)