21 ene 2009

El presidente



No digas que no estás impresionado/a por la toma de posesión de Obama, por el momento en el que George W. Bush se fue en el helicóptero Marine One, por la canción de Aretha Franklin, por los millones de personas allí y los cientos de millones en todo el mundo, por el momento en el que joven flaquito negro se equivocó al jurar el cargo, por la de veces que te he dicho en este blog que Obama sería el próximo presidente de los Estados Unidos, por todas las almas que ponen su esperanza en un mundo mejor cada día, por las ganas de tener un líder que nos ilusiones en nuestro país tanto como Obama, por ver si realmente comienza con buen pie y Dios le asiste en las grandes decisiones, no me digas que no te inquietan los lobos de las finanzas. De todo me quedo con un mensaje: "se puede". Y en estos días en los que tantas dudas y temores me asaltan, me crezco al ver que todo es posible aún. Claro que le deseo suerte. Toda. Y si me decepciona lo pensaré antes de criticarle ferozmente. Le ha tocado uno de los peores momentos de los Estados Unidos y del mundo. Menuda tarea. Creo que voy a repensar algunas cuestiones estos días, ante tanto mediocre y estúpido que me rodea a diario. Ya veré. Por último me gustaría que vieras este discurso de Obama, en la tradicional cena de la Fundación Alfred E. Smith en el hotel Waldorf Astoria de Nueva York, 16 de octubre de 2008. Te sorprenderá, igual que este de McCain en el mismo acto.