Me ha parecido bien, muy bien, que Juan Manuel Montilla 'El Langui', fuese galardonado esta noche con el Goya al Mejor Actor Revelación por su trabajo en la película 'El truco del manco'. Premio a la superación en un país que no cumple el 2 por ciento de empleo para discapacitados y menos en la Administración. Reconocimiento al esfuerzo de la gente de la calle por salir adelante, esa misma gente que aguanta carros y carretas, y que desea que Zapatero le eche de verdad dos cojones al asunto, que falta hace, y el dinero fluya a quien lo necesita. Escribo al ritmo del hip-hop y el corazón me late con fuerza en esta madrugada fria del lunes. Ojalá la energía nunca me deje, porque hay tantas cosas que hacer. La primera, evitar el sufrimiento y eso se consigue de muchas formas, por ejemplo gobernando realmente para los más débiles. Y no lo veo. Y exigiendo justicia social en un momento donde nadie sabe qué hacer exactamente.
Después de recibir el Goya, 'El Langui' admitió que tras el reconocimiento como Mejor Actor Revelación siente ahora "mayor responsabilidad". Es la historia de Enrique Heredia, El Cuajo, un buscavidas payo agitanado con medio cuerpo afectado por una parálisis cerebral que le impide andar con facilidad. El Cuajo convence a su amigo Adolfo, un joven mulato que vive en un barrio dormitorio de las afueras de la ciudad con un padre alcohólico y con problemas de salud, para levantar un estudio musical donde ganarse la vida con el talento y la pasión que les une: el Hip Hop. El Cuajo está interpretado por Juan Manuel Montilla, conocido como El Langui, líder del grupo musical de hip hop gitano La Excepción, del barrio madrileño de Pan Bendito, que fue galardonado en 2006 por MTV Europa como el mejor grupo del mundo en lengua castellana. El Langui comparte con el personaje al que da vida una minusvalía física de nacimiento, la pasión por la música, el entorno que le rodea, y muchas otras cosas que hacen que el personaje sea un reflejo de la persona en la vida real. Suerte en esta semana a todos.