26 abr 2009

Contrabando y estraperlo


Silvia Tubio sigue haciendo buen periodismo en La Voz de Cádiz, en Cádiz. Hoy no ha pasado desapercibida su información sobre un contrabandista que vuelve al 'negocio': "Su oficina habitual en los años 90 fue La Atunara, una barriada de La Línea mítica porque los contrabandistas descargaban allí, a pie de playa, y cuando las cosas se ponían feas, se refugiaban en las viviendas de la zona, que estaban conectadas entre sí, en una especie de laberinto que sólo ellos conocían. «Las marías cerraban la calle con contenedores, mientras que nosotros esperábamos a que llegaran las gomas de Gibraltar. Era impresionante ver cómo esperaban fuera de aguas españolas. Un par de ellas se adentraban y volvían locos a los marinos (a principios de los 90 aún no se había constituido el Servicio Marítimo y los agentes del Cuerpo Benemérito hacían lo que podían en embarcaciones menos potentes adscritas a las unidades fiscales de los muelles)".