The International, con Clive Owen, es una buena película, pero ando un poco pasota últimamente, con lo que hoy me pienso reir un rato con mi adorada Diane Keaton. Me pienso preparar la petaca extra luxury con mi Jack Daniels -hay que reponer existencias- para ir a ver a Andrés Calamaro. Sus canciones me gustan, el tipo encaja en mi forma de ver la vida, sobre todo los viernes por la noche. Cuando Andrés cumplió ocho años pidió de regalo un acordeón, y más tarde un tambor (después de golpear los parches en casa de unos vecinos en el downtown de Buenos Aires). Sin embargo, con el tiempo, se fue volcando a la guitarra eléctrica y al piano, el instrumento donde muestra mayor fluidez y versatilidad. Lo leo en su blog oficial. Y el 2 de mayo está en Jerez de la Frontera. Hemos quedado un montón de kanallas para disfrutar del concierto, advierto a incautos e incautas que se encuentren con nosotros en la calle. ¿Has escuchado al Calamaro en inglés? ¿Y haciendo esta versión de un tema de Bee Gees? Espectacularmente bueno, decadente quien no lo conozca, abierto a todo, un tipo genial.