José Manuel Muriel, a sus 56 años, se enfrenta al último reto profesional: desde HOY lunes será el vicepresidente ejecutivo de SOS- Cuétara y el consejero delegado del grupo. Muriel ha contado hasta ahora con la máxima confianza de la Junta de Andalucía para dirigir Santana-Motor. Natural del municipio de La Carolina (Jaén), asume las riendas de un grupo multinacional en el peor momento de su historia, en plena crisis, en una tormenta judicial y con los productores de aceite acusando a SOS de provocar una bajada de los precios.
José Manuel Muriel Jiménez es ingeniero industrial y comenzó su andadura profesional en Santana Motor, de la que era presidente desde 2004. En círculos económicos andaluces se le considera un consumado especialista en ‘salvamentos empresariales’. Estaba a punto de “rematar” la privatización de Santana Motor, prevista para antes del mes de agosto, en la que había trabajado todos estos años.
Ha desarrolLado su vida profesional en compañías como General Motors, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, Leche Pascual, Iluminación Lledó y Prensa Española, donde fue director general de ABC. Pese a ello, huye de la notoriedad como el gato del agua caliente.
Sus declaraciones son contadas y muy justificadas. Atiende a elEconomista en medio de un aluvión de llamadas telefónicas que agotan la batería de su inalámbrico. No lo dice, pero fuentes de la Junta de Andalucía dan por hecho que su falta de sintonía con el nuevo consejero de Innovación, Ciencia y Empresa, el socialista almeriense Martín Soler, ha sido un factor “muy decisivo” que le ha animado a aceptar la propuesta del Grupo SOS-Cuétara. No hay química.
De la entrevista, que ayer publiqué en EL ECONOMISTA, una pregunta y una respuesta:
P ¿Y cómo deja Santana?
R_Hoy he hablado con el consejero. De momento vamos a hacer una transición ordenada, coordinada, y razonable, aún tengo que presentar la dimisión. Yo le he ofrecido al consejero seguir colaborando hasta que el proyecto se cierre totalmente. Es lo que he ofrecido al consejero, otra cosa es que luego acepte, cerrar el tema al cien por cien de la privatización de Santana.