...contra algunos medios, los periodistas honestos y la libre información, además de contra los socialistas blogueros, que han suspendido temporalmente su bitácora quitándole el principal asunto de su vida política al dirigente socialista. La rueda de prensa concedida ayer por el secretario general del PSOE gaditano (el de la capital), Federico Pérez Peralta (vicesecretario general del PSOE provincial y vicepresidente de la Diputación de Cádiz) fue un ejemplo de lo que no debe hacer un dirigente político moderno: creer que los periodistas se chupan el dedo.
Lo publicado ayer por Diario de Cádiz era cierto (el medio lo contrastó y habló con testigos y la protagonista) y hacerse eco de una noticia cierta es algo sano, citando la procedencia de la información y su autor (la redacción del Diario de Cádiz, es decir, noticia supervisada por el staff del medio, al más alto nivel). Pero ayer Pérez Peralta decidió referirse a quien citaba ese medio y no al medio en sí -si el Diario de Cádiz se empleara a fondo, Chiqui no dura dos telediarios en el cargo- que este fin de semana publicará una entrevista con el preclaro líder socialista local que, según afirma, no sería candidato de su partido ni aunque se lo pidieran de rodillas (se lo lo dijo a un insigne periodista en un acto reciente), lo cual ha sentado como una patada en salva sea la parte a más de un dirigente con luces de su partido.
Por eso Chiqui prefirió criticar a otro y no al diario. Una actitud algo cobarde, políticamente. La renuncia de la secretaria de la Casa del Pueblo, Antonia Alvarado fue publicada por La Voz. Y lo curioso es que esta respetada señora no criticaba a Chiqui (no hizo declaraciones). Es una pena que ayer Luciano, su joven asesor mediático, no me llamara para advertirme que su excelso jefe iba a mencionarme, porque habría buscado un hueco en mi apretada agenda y me habría sentado en la primera fila, con Melchor Mateo (Diario de Cádiz) y José Landi (La Voz de Cádiz), para atender con interés a sus interesantes aportaciones e ¿insultos? Un poco más de prudencia no le vendría mal. Y no le tengo miedo, por mucho que hable con quien hable. Porque me entero de todo, todo.
El señor Pérez Peralta no tiene altura suficiente, calidad política y profesional, a mi juicio y estoy en mi derecho constitucional, para seguir al frente de los tres cargos que ocupa, entre otras cosas porque no responde al talante que extiende su jefe y mentor, el consejero de Gobernación y vicesecretario general del PSOE andaluz, Luis Pizarro y menos al de Francisco González Cabaña, que debe estar atónito ante las manifestaciones y peripecias mediáticas de su número dos. Cuando uno no está a la altura lo que debe hacer es dimitir y ceder a otro compañero o compañera el testigo y la responsabilidad. Y como ciudadano tengo perfecto derecho a pedir su dimisión o cese, que veré, no le quepa duda alguna a Pérez Peralta, que no necesita a nadie para hacerse daño, se basta solito. Debe tener cuidado con sus amenazas, hay enemigos letales políticamente. No tiene ni idea. Buenos días y buena suerte, Federico. Todos la necesitamos siempre. No seas malo y tómate las cosas mejor, hombre. Menos mal que tengo a mi diablo de Tasmania para defenderme. Te dedico esta maravillosa canción de Serrat.
