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Pepe Griñán, el presidente de la Junta de Andalucía, no es un hueso fácil de roer para "el bueno de Manolo" Chaves (Rosell dixit), que hoy -escuchen el tono si les es posible- diría yo que se siente molesto por la sencilla cuestión de facilitar el relevo al frente de la secretaría general. Me cuentan, desde las catacumbas del PSOE, que lo que temen sus dirigentes andaluces es que los estatutos fijan la necesidad de someter a renovación las estructuras regionales y provinciales. Y hay demasiados 'viejos' dirigentes que no sueltan el sillón ni con ácido sulfúrico.
La bicefalia no le sienta bien ni a Griñán ni al PSOE andaluz. Chaves considera "zanjado por el momento" el debate sobre la conveniencia o no de convocar un congreso extraordinario en el PSOE-A, toda vez que interpreta que su convocatoria a corto plazo ha quedado "descartada" tras la reunión del pasado martes entre Griñán y los secretarios provinciales del partido. Pero si uno habla con algunos de ellos se da cuenta de que de zanjado, nada de nada. Y no son cosas de periodistas, querido presidente, tú lo sabes muy bien porque no descartas el congreso, lo anhelas, según cuentan tus más allegados, sonrientes.
Siguiendo el hilo del día, sutil, Griñán no ha descartado hoy la celebración de un congreso extraordinario del PSOE de Andalucía del que saldría elegido nuevo secretario general en sustitución de Manuel Chaves, y ha asegurado que se siente "absolutamente legitimado" dentro de la formación. Griñán, quien ha asegurado que el partido está "profundamente estable", ha puesto en duda que existan sectores dentro de la formación que soliciten ya la convocatoria del congreso y ha sugerido que tal vez sean los periodistas los que están especulando sobre este asunto. El presidente andaluz ha asegurado sentirse "absolutamente legitimado" dentro del partido y ha sostenido que "si no fuera así, no estaría donde está". Esto promete, digan lo que digan, desde que Chaves pilló el AVE a Madrid, su cortijo está alteradillo...
Foto: José Rodríguez
