Andalucía cuenta con un importante patrimonio quesero fruto de nuestro clima, suelo, vegetación y razas autóctonas. Este hecho ha permitido la conservación y desarrollo de un importante patrimonio cultural, etnográfico y gastronómico, favoreciendo el desarrollo de nuestras zonas rurales.
Pues bien, la Sierra de Cádiz es ahora un lujo en cuanto a la producción de queso. Leo en Diario de Cádiz que quince pequeñas empresas son las responsables del auge del sector. Emplean de forma directa a un centenar de trabajadores. El año pasado, su producción se situó en torno a los 400.000 kilos. La relevancia económica del queso continúa en el campo. Desde allí, 44 ganaderos de cabra payoya y 28 de oveja merina de Grazalema aportan una materia prima única.
Ahora hay más de 7.000 payoyas y 4.500 merinas en la Sierra. Moscoso, que también es alcalde de Villaluenga, cuna de esta historia, sostiene que serían necesarias más cabezas de ganado porque la demanda de leche de las queserías supera la capacidad de producción de las ubres actuales.