La Policía Local de Jerez necesita una reforma como la copa de un pino, en todos los frentes y alguien que la dirija con buen talante y mano firme, que una cosa no es incompatible con la otra.
Y si es verdad que hay policías que se han pasado de la raya que les sancionen y, si la cosa fuera más grave, que los separen del cargo con deshonor -como en las grandes academias- y de paso les quiten las armas, que deberían limitarse a grupos de acción concretos, dicho sea de paso.
Conozco a un buen número de buenos policías jerezanos, con quienes he compartido informaciones de acción, acciones de compromiso social en otros tiempos más brillantes, por eso siento de veras que con esas tonterías de la huelga a la japonesa, eso de jartarse, al parecer, de poner multas a ciudadanos (que se están investigando), esas manifestaciones fuera de tono, esas protestas exageradas, estén poniendo en riesgo una credibilidad ganada a pulso todos estos años.
Las aguas han de volver a su cauce y uno tiene que sentir que está respaldado en la calle, que cuando llame al 092 tendrá la protección que merece, a tiempo y con los recursos suficientes. Pero que no juegue nadie con mi dinero ni con mi seguridad. Por favor. Un poco de sentido común y que dejen la batalla política para los políticos profesionales. Y eso no quita que el colectivo vea atendidos sus justos requerimientos en materia de recursos y derechos.