24 nov 2010

Todo es superable


Y nada es seguro. Lo digo porque hay líderes políticos, y lideresas, sobre los que parece que se va a caer el mundo y otros/as que lo dan todo por ganado porque sus asesores, pelotas sin remedio, le van quitando las motitas del polvo del hombro con gestos de cariño (¿me entienden, no?). 


Pues ojo, porque en un segundo todo cambia. Por ejemplo, una investigación policial sobre un asesor, una humilde denuncia de un empresario harto de pasar por "taquilla". Un colaborador mú cabreao...

O un funcionario hasta los cojones u ovarios de aguantar al pedorro de su jefe, y sus apaños. Vamos, que la cosa se pone cuesta arriba en menos que canta un gallo. Y de eso no se dan cuenta. ¿Y los periodistas? Pues ahora que lo pienso hay un asunto dando vueltas por algún despacho de director en esta línea. 

Pero claro, es Navidad y conviene no tocar los bowlings mucho a quien nos ha prometido ingresos (pagaderos rápidamente) hasta el 22 de mayo. A partir de esa fecha ya veremos. 

Por cierto, hablando de ir contra el viento, es lo que le pasa a Pilar Sánchez, alcaldesa de Jerez. Le pregunté a Cabaña, el pope socialista, el otro día en Jerez. Y me dijo: "Pepe, todo es superable, ya lo verás".