Se llama memoria histórica, la que muchos de los nuevos jóvenes votantes no tienen en Jerez. No tienen la culpa. Es la edad. Parece claro que el voto joven será un objetivo de todos los partidos políticos. Ellos quieren empleo y futuro. Nada más, y un poco de diversión los fines de semana. Jerez necesita entrar en ebullición, pero no porque algunos agitadores profesionales y otros en la sombra de su bodeguiya organicen la resistencia para acabar con la imagen del primero o la primera que se oponga.
Los que tenemos memoria histórica sabemos que en esta próxima campaña electoral muchos irán a por el botín, que un lápiz de colores hace millones en un plano, que la información a tiempo es dinero contante y sonante. Y de esos hay unos cuantos en Jerez.
La ciudad no le pertenece a nadie y menos a quienes solo la quieren para enriquecerse. Por eso, habrá que estar ojo avizor en este parque jurásico de la política local: donde hay de todo, dinosaurios, tiranosaurios y velocirraptores, inteligentes, osados y ligeros de equipaje. Los últimos me gustan más, porque atacan y se defienden en grupo. Y de eso se trata, de no perder esa clave: juntos y fuertes. Sin miedo al futuro.Si han visto Parque Jurásico, sabrán a qué me refiero.
Buenos días, y buena suerte
Pepe Contreras