(Escrito en este blog el 10 de octubre de 2010)
Lo conté hace tiempo en este blog, y luego en EL MUNDO, y me llamaron alarmista. Y no tengo claro que sepan cómo evacuarnos de la bahía si se diera un tsunami. Creo que me quedo en Jerez, en lo más alto de la ciudad. Leo en La Voz de Galicia que las costas españolas están al alcance de varios focos sísmicos capaces de generar tsunamis, que en el peor de los casos causarían olas de hasta 15 metros de altura en Huelva y el litoral atlántico de Cádiz, como ya ocurrió, según el estudio, el 1 de noviembre de 1755, y de uno a dos metros en el mar de Alborán y las Baleares. Un equipo de científicos de la Universidad de Cantabria realizó un estudio para identificar las áreas de riesgo de tsunami en Europa.
Lo conté hace tiempo en este blog, y luego en EL MUNDO, y me llamaron alarmista. Y no tengo claro que sepan cómo evacuarnos de la bahía si se diera un tsunami. Creo que me quedo en Jerez, en lo más alto de la ciudad. Leo en La Voz de Galicia que las costas españolas están al alcance de varios focos sísmicos capaces de generar tsunamis, que en el peor de los casos causarían olas de hasta 15 metros de altura en Huelva y el litoral atlántico de Cádiz, como ya ocurrió, según el estudio, el 1 de noviembre de 1755, y de uno a dos metros en el mar de Alborán y las Baleares. Un equipo de científicos de la Universidad de Cantabria realizó un estudio para identificar las áreas de riesgo de tsunami en Europa.
Los resultados fueron expuestos en tres artículos en la revista Turkish Journal of Earth Sciences, en los que se examinan los focos de riesgo en tres zonas: costa atlántica, cinco fallas del mar de Alborán que causan pequeños tsunamis en el Mediterráneo cada 25 años, aproximadamente, y los terremotos de Argelia que envían olas hacia Baleares. Uno de sus autores, el investigador colombiano Mauricio González, del IH Cantabria, precisó que el mayor riesgo está en Cádiz y Huelva, costas expuestas históricamente a grandes tsunamis, con olas de 15 metros. Según el estudio, en Huelva ya pasó en 1755, «y solo es cuestión de tiempo que vuelva a ocurrir».
¿Que si estamos preparados? Ni de coña. Lo justo. "Todavía no existen medidas de prevención o de alerta para la población española, a pesar de que el Comité de Tsunamis Español elaboró una propuesta de un sistema de alerta frente a tsunamis en el litoral español hace cinco años" (Más info). “Un evento similar al de 1755 generaría una tragedia en toda la costa, por las urbanizaciones y la ocupación de la costa que encontramos hoy en día. Posiblemente sea una tragedia peor que la de Indonesia si ocurriera en época de verano. Sólo es cuestión de tiempo que vuelva a ocurrir, podría ser mañana, dentro de seis meses o dentro de 50 años, y lo peor es que no estamos preparados”, denuncia el científico.
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ESCRITO EL 23 DE ENERO DE 2011
Geostar, el laboratorio submarino del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) en el Golfo de Cádiz "permitirá avisar a la población con 15 minutos de antelación”, señala el investigador del CSIC de la unidad tecnológica marina y jefe científico de la expedición, Rafael Bartolomé. Fue ubicado en diciembre de 2009 en el Golfo de Cádiz, a 60 millas del Cabo de San Vicente y a una profundidad de 3.300 metros. Eso fue lo que dijo el CSIC a finales de 2009. La pregunta es: ¿se han sustituido las baterias de litio, que duran un año? ¿alguien lo sabe? Porque de no ser así...nadie nos avisará ¿no? Alguien debería informar...
Geostar, con unas medidas de cinco metros de altura y algo más de dos metros y medio de ancho y profundidad, transmite los datos acústicamente a una boya en superficie, que los envía vía satélite a los institutos de investigación implicados en el proyecto. Un dispositivo necesario en una zona no precisamente tranquila. (Leer)
Un tsunami generalmente no es sentido por las embarcaciones en alta mar (las olas en alta mar son pequeñas) ni puede visualizarse desde la altura de un avión volando sobre el mar. Como puede suponerse, los tsunamis pueden ser ocasionados por terremotos locales o por terremotos ocurridos a considerable distancia. De ambos, los primeros son los que producen daños más devastadores debido a que no se cuenta con tiempo suficiente para evacuar la zona (generalmente se producen entre 10 y 20 minutos después del terremoto) y a que el terremoto por sí mismo genera terror y caos que hacen muy difícil organizar una evacuación ordenada.