Gabriel Almagro y Luis Pizarro, en una foto de Eulogio García Romero. |
El presidente del Gobierno andaluz y secretario general del PSOE, Pepe Griñán, dijo ayer que “la política es lo único que transforma la realidad”. Para Griñán, es el momento de hablar de las elecciones municipales, de los problemas de la ciudadanía y de cómo poner solución a esos problemas. Pero la realidad es tozuda. La semana comenzó ayer con un tsunami socialista, provocado por la dimisión de Luis Pizarro como consejero de Gobernación y Justicia, fruto de las serias diferencias que mantiene con Griñán sobre la forma de hacer las cosas en el PSOE de Cádiz y en Andalucía.
Hace un año Griñán no quiso introducir demasiados cambios en la estructura periférica de la Junta, por ejemplo en Cádiz, a la que el presidente-secretario general se refirió entonces como Cádiz-Herzegovina, por los enfrentamientos continuos entre sus compañeros de partido. La cuestión es que las desavenencias con el actual secretario provincial, González Cabaña, han ido creciendo en este último año, entre ellas el chusco episodio de querer sustituir a las bravas a la alcaldesa de Jerez por un arquitecto, el ex edil de Pacheco y ex parlamentario andalucista Manuel González Fustegueras. Un intento abortado por Griñán in extremis y por el propio arquitecto, que admitió nada más y nada menos que la intervención de Chaves en la operación, lo que ha indignado a muchos jerezanos y jerezanas.
Este viernes 8 Cabaña ha convocado dos comités provinciales -uno ordinario y otro extraordinario- en El Puerto de Santa María. El objetivo del segundo, desautorizado ayer expresamente por la ejecutiva regional, es autorratificarse como candidato a la reelección como presidente de la Diputación de Cádiz. Hay rumores para todos los gustos, desde su posible dimisión a la creación de una gestora pasando por un apoyo claro a la figura de Luis Pizarro. El tsunami sigue avanzando en el PSOE de Cádiz.
Buenos días y buena suerte
Pepe Contreras