La vida es tan dura... |
Pobrecito, amén de que sabe que hay acontecimientos judiciales a punto de producirse que modificarán el paisaje político, el candidato jubilado anda ya como alma en pena dándose cuenta de que sus amigos de almuerzos y conspiraciones van pasando a la historia, que es a donde él debía haber pasado inteligentemente. El tipo tiene tan pocos escrúpulos que no duda en injuriar y calumniar a quien tiene más clase y estilo que él de aquí a Lima. Ojo. Pero sus movimientos son perfectamente conocidos, hasta por la Policía según se cuenta. Su teléfono debe ser una mina de datos y conversaciones sumamente interesantes. Conviene recordar que en un tiempo de turbulencias financieras alguien puso la pasta y contrató a un detective para seguir a periodistas, empresarios y ejecutivos de banca. Dicen que tiene problemas de financiación, que la pasta no le sobra. La mala leche tampoco, pero el tiempo y Dios lo pondrán en su lugar, más temprano que tarde. Suele pasar a quien se cree por encima del bien y del mal. Cuídate.