Griñán, haciendo un alto en su campaña en Algeciras. |
Pepe Griñán pasa las hojas del calendario, y de los periódicos. Dicen que hay quien su alrededor, cerquita, le hace la cama y se descojona con sus errores. Y que la clave es que no son precisamente de su cuerda política, sino del anterior. A mí eso me da igual. Debe ser complicado ser presidente de la Junta en estos momentos, pero más aún si eres (uy, es con minúscula, por favor) el secretario general del PSOE pero percibes que mandas poco. Ayer me dijeron que 'Pepe' tiene todo calculado. Y un pimiento, porque el ejercicio de la política es de todo menos previsible. El PSOE necesita una regeneración total y Griñán puede pasar a la historia por haberla facilitado y morir políticamente en el intento, gran honor por otra parte. Hay quien en el partido habla de una 'muerte dulce', eso de que perderán sabiendo que es la única forma de sacudirse las miasmas (no confundir con los 'miarmas') de encima. Aire fresco, renovación, otras caras coño, otras actitudes, porque estamos cansados de la misma peña, dicen dentro.