Luis Vázquez, director financiero de Delphi, en los pasillos de la factoría. Foto: J.C. |
Hay promesas que tienen un alto precio. Como la que hicieron, hace cuatro años, el hoy presidente del Gobierno, Jose Luis Rodríguez Zapatero y el entonces presidente de la Junta, Manuel Chaves, repetida luego por consejeros como Francisco Vallejo, Martín Soler; Luis Pizarro o Antonio Fernández: “Ningún trabajador de Delphi quedará abandonado a su suerte”. La recolocación de los casi dos mil trabajadores que quedaron en la calle tras el cerrojazo supera ya los 350 millones de euros, entre pólizas de prejubilaciones y planes de formación, según admite la propia Consejería de Empleo. “Algo estamos haciendo mal. Y allá cada uno con su responsabilidad, administraciones, políticos, sindicatos, empresarios, medios de comunicación. Descubrir el qué tiene que comenzar por una autocrítica que nos permita no mirar el dedo cuando señalamos la luna”, afirma el actual delegado de la Consejería de Empleo, Juan Bouza. Delphi llegó hace treinta años a la Bahía de Cádiz.
* Más info en reportaje en la edición en papel de EL MUNDO y Orbyt