Alaska y Dinarama -
Sinceramente, me extraña que La Voz de Cádiz brinde un tratamiento tan pobre en internet al caso Reindus (ver) sin mencionarlo hoy en su portada digital, aunque hayan pasado un día con 'superLoiza'. Igual tiene que ver con el cabreo soterrado que hay en la profesión y empresas periodísticas que este pasado sábado se desayunó en Diario de Cádiz, en una exhaustiva información de Fernando Rufo, el contenido literal de un documento no público (gran detalle) que luego, mira tú por donde, fue el eje de la rueda de prensa ofrecida por el presidente de la Diputación de Cádiz, Pepe Loaiza y su diputado de Empleo, Nacho Romaní. Vaya por delante mi aprecio por Rufo, manifiesto y conocido (no cabe buscar tres pies al gato) pero ya es casualidad ¿no? Obviamente si obtiene ese documento lo suyo es publicarlo, yo habría hecho lo mismo. Quienes hayan trabajado en estructuras políticas o gabinetes de prensa sabrán a qué me refiero.
La garganta profunda que lo ha desvelado solo puede estar en tres despachos, pensando un poquito: el de Loaiza, el de Teodoro Garrido (director gerente del IEDT) o Innovación. Basta pensar a quién beneficia la historia y saldrán de dudas. Simplemente una reflexión, si la política de comunicación y relaciones con los medios de PP Loaiza va por estos derroteros es un mal camino. A mí, la verdad, no me ha hecho ni puta gracia pero, en el fondo, me importa un pepino, porque la información fluye de muchos sitios. Ya sé que el entorno de Loaiza niega cualquier filtración. Vale, por ser la primera vez me lo creo, pero somos demasiados medios de comunicación trabajando, con nuestros problemas y responsabilidades, cada uno con un mayor o menor grado de compromiso con la libertad de información, como para tener que aguantar episodios como este. Pondremos cara de póker. De momento.