Una familia pide en el restaurante una parrillada de carne. El camarero les sirve el plato, con una etiqueta adjunta en la que figura, en letras bien grandes, la huella hídrica que supone haber elegido esa especialidad. Es ficción pero en un futuro podría ser así. Lo que si es un dato real, científico y por tanto verificable es que, por cada persona que coma hoy un filete de ternera de 200 gramos, se habrán utilizado 1.000 litros de agua. La mayoría de los europeos, consumidores de carne, desconocen que su dieta alimenticia encubre un gasto de agua de 2.000 a 5.000 litros diarios por persona, explica Elías Fereres Castiel, Presidente de la Real Academia de Ingeniería, Ingeniero Agrónomo experto en regadíos para una agricultura sostenible.
Los europeos desconocen que su dieta alimenticia encubre un gasto de agua de 2.000 a 5.000 litros diarios por persona, explica Elías Fereres, Doctor Ingeniero Agrónomo, Presidente de la Real Academia de Ingeniería y Coordinador General de Euro-CASE 2011 El aumento de población en los países emergentes y su legítima mejora en la dieta, hasta ahora a base de grano y cereales, está empezando a disparar la competencia por las pocas tierras disponibles para cultivos con que alimentar al ganado y, de rebote, por los recursos hídricos para ambos. Una de las buenas noticias en nuestro país es que los regadíos españoles han mejorado su eficiencia hasta el punto de que España es uno de los países más avanzados en gestión del agua para la agricultura y produce más del doble de alimentos por metro cúbico que hace 20 años. Aunque en eso tenemos serias diferencias en nuestra comunidad de regantes en Jerez.
Los ingenieros europeos que están reunidos hoy en Madrid, en la sede de la RAI, analizan todos estos datos en un contexto de escasez de agua, y la repercusión que ésta tendrá sobre el abastecimiento de alimentos en las grandes ciudades. Consideran que los ciudadanos deben conocer la huella hídrica de sus preferencias alimentarias. Con el tiempo puede que pese con fuerza en un asunto tan personal y delicado como es la elección de la dieta: los hábitos alimenticios de las sociedades urbanas se basan en una cadena productiva cada vez más complicada dada la escasez de agua y la dificultad para hacer previsiones meteorológicas en un marco de Cambio Climático.
A esto se añade la presión que la población de los países emergentes (India, China…) empieza a ejercer sobre los recursos de tierras y aguas utilizados hasta ahora casi en exclusiva por y para el mundo desarrollado. A medida que la población aumente y al mismo tiempo mejore su calidad de vida, los problemas de abastecimiento alimentario se irán agudizando en zonas donde antes eran casi inexistentes. ¿Por qué? Porque al mejorar el nivel de vida se produce un cambio de dieta y muchos habitantes del Planeta que antes sólo comían cereales ahora desean comer carne; la producción de carne para consumo humano precisa de más agua y más grano para el ganado, y a su vez disponer del grano suficiente precisa de más tierras para el cultivo. En definitiva, más agua. Y vuelta a empezar.
“No sólo la ingeniería agrónomica, sino todas las ramas de la ingeniería -añade el profesor Fereres, investigador del Instituto de Agricultura Sostenible del CSIC- porque el problema del agua tiene que ver con la energía, el transporte, las infraestructuras, la química… Todos, en las diversas ramas de la ingeniería, estamos trabajando casi-casi a contrarreloj -sigue diciendo- para desarrollar tecnologías más eficientes y sostenibles, que ayuden a superar todos estos obstáculos y, por eso precisamente, el Consejo Europeo de Academias de Ingeniería se reúne en Madrid para debatir sobre Agua y Seguridad Alimentaria en Europa”.
Una de las buenas noticias en nuestro país es que los regadíos españoles han mejorado su eficiencia en los últimos 20 o 30 años, hasta el punto de que España es uno de los países más avanzados en gestión del agua para la agricultura y produce más del doble de alimentos por metro cúbico que hace 20 años. Al utilizar de forma más eficiente el agua, se ha ido reduciendo la contaminación producida por el agua sobrante y la salinización de tierras provocada en el pasado, por el arrastre de sales y minerales que terminaban en los ríos.
En la apertura de Euro-CASE 2011 han participado el Secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu, así como el Comisiario de Medio Ambiente de la UE Janez Potočnik (intervención grabada en video). Las ponencias corren a cargo de 12 investigadores repartidas en cuatro sesiones, dos por la mañana y otras dos por la tarde. Por la mañana se han analizado la sostenibilidad y la seguridad alimentaria en Europa, así como el agua y su conexión con la producción de alimentos. Por la tarde los ponentes pasan revista a aspectos de la seguridad alimentaria y el Cambio Climático en Europa, junto con los recursos tecnológicos para garantizar la sostenibilidad alimentaria ante la escasez del recurso hídrico.
Euro-CASE es el máximo órgano de representación de las academias de ingeniería de 21 países europeos, lo que supone aproximadamente un total de 6.000 académicos, la mayoría ingenieros y todos ellos expertos del máximo nivel en sus respectivas áreas tecnológicas. Tiene su sede en París y está presidido por Lena Treschow Torell, Presidenta a su vez de la Real Academia de Ingeniería de Suecia. Todos los años los representantes de las academias de ingeniería europeas se reúnen para tratar sobre un tema de candente actualidad. A sus conferencias asisten académicos y científicos del entorno europeo, así como los profesionales interesados en conocer hacia dónde se dirige Europa desde el punto de vista tecnológico. Este es el marco en el que se celebra la reunión de Madrid, en la sede de la Real Academia de Ingeniería, que ejerce como anfitriona.