Es en los momentos más duros cuando no se puede fallar. Rodrigo Rato ha enviado una carta -una de las grandes noticias hoy- en la que ofrece su punto de vista sobre lo que está sucediendo en Bankia. Hoy tengo claro que pronto, de una forma u otra (espero que de la mejor para él y su familia) nos ofrecerá las explicaciones que merecemos todos los que en modo alguno nos creemos esa versión oficial, cobarde, diseñada para tontos de baba, y no compartimos la gestión de esta crisis que nos lleva a una profunda tristeza e incertidumbre todas las mañanas.
Rato tiene que hablar claro y debe hacerlo en el foro que algunos tecnócratas filofascistas desearían ocupar desplazando a los políticos, al sistema, a la democracia: el Congreso de los Diputados. Una operación oscura con grandes recursos y en ciernes, que hemos de impedir porque, basta elevarse a la altura de la ISS, para ver que no es un cambio de modelo lo que vivimos, es un asalto al poder en toda regla por quienes no han sido elegidos por el pueblo. En días como estos hacen falta valientes y me gustaría certificar que Rato está entre esos imprescindibles. La carta que hoy se divulga puede ser un preludio. La canción es de Van Morrison, a quien Rato profesa admiración: "Days like this".