Mi cata es diaria, todos los días intento disfrutar de un palo cortao, o de un amontillado. Pensando un post para esta noche especial, exquisita: "Palo cortao, rebelde con alma de Jerez". La historia de la ciudad no es la que a veces nos ofrece esa galería de personajes genuflexos, la capital del vino ha sido rebelde, y tiene que seguir siéndolo. Dice mi buen amigo José María Castaño, voz acreditada de la crítica flamenca en Andalucia, que le suena este palo cortao a siguiriya. Vamos ahora a maridar a Leonor, con torreznos y un pato Pekín, o a otra exquisitez de Japón.