Vuelve a la actualidad el caso de las facturas falsas de Benalup Casas Viejas, en el que están imputadas varias personas de la comarca de La Janda y que se ha dilatado en su tramitación nada menos que once años. Lo que son las cosas. El tiempo pasa, nos vamos haciendo viejos.
Todo esto se descubrió gracias al trabajo honesto de los técnicos y especialistas en varios temas de la Agencia Tributaria, que bordaron el asunto, que casi se pierde en el sueño de los justos en dos juzgados, uno en Chiclana y el otro en Cádiz.
Recuerdo que en mi blog, entre 2005 y 2006, hice referencia a ése y otros temas. Dos años complicados. La construcción de la autovía Jerez-Los Barrios, todo un hito en que se invirtieron 425 millones de euros, supuso un negocio bestial para subcontratas y similares.
Pero regresando al primer caso es digno de resaltar la actitud del hoy diputado y valiosa pieza del equipo de gobierno de Cádiz, José Blas Fernández, que ha mantenido viva la acusación pese a que el PP lo dejó solo, insólitamente, en una de esas extrañas decisiones que un día tendrán que ser explicadas. Todo ello tras furibundos ataques políticos.
Su hijo abogado, y no él, es quien lleva la causa, en la que la Agencia Tributaria acusa, y duro. Once años después, ya ha llovido, el caso llega a su fin. Y ahora se conocen muchos más detalles de aquel episodio.
Todo esto se descubrió gracias al trabajo honesto de los técnicos y especialistas en varios temas de la Agencia Tributaria, que bordaron el asunto, que casi se pierde en el sueño de los justos en dos juzgados, uno en Chiclana y el otro en Cádiz.
Recuerdo que en mi blog, entre 2005 y 2006, hice referencia a ése y otros temas. Dos años complicados. La construcción de la autovía Jerez-Los Barrios, todo un hito en que se invirtieron 425 millones de euros, supuso un negocio bestial para subcontratas y similares.
Pero regresando al primer caso es digno de resaltar la actitud del hoy diputado y valiosa pieza del equipo de gobierno de Cádiz, José Blas Fernández, que ha mantenido viva la acusación pese a que el PP lo dejó solo, insólitamente, en una de esas extrañas decisiones que un día tendrán que ser explicadas. Todo ello tras furibundos ataques políticos.
Su hijo abogado, y no él, es quien lleva la causa, en la que la Agencia Tributaria acusa, y duro. Once años después, ya ha llovido, el caso llega a su fin. Y ahora se conocen muchos más detalles de aquel episodio.
