Irene García, secretaria general del PSOE de Cádiz. |
La política es un terreno resbaladizo donde te puedes ir al suelo sino andas con cuidado, como en cualquier profesión, salvo que el estruendo es mayor al tener proyección pública. He escuchado atentamente hoy a Irene García en la SER de Cádiz decir, más o menos, que Pepe Loaiza (presidente de la Diputación de Cádiz) mantiene a los técnicos imputados en el caso Bahía Competitiva, que tan malos no deben ser.
Vaya, pues Loaiza -que es abogado- preserva los derechos de sus funcionarios. Irene García parece olvidar el rejonazo que le dió a su compañera de partido (PSOE) la concejala María José Valencia, imputada también en el mismo caso (nadie es culpable hasta que se demuestre), cesándola en sus competencias que, por cierto, ya estaban muy mermadas (media jornada). Y con ello le puso todos los focos de la sospecha encima.
Dicen en Sanlúcar que las dos se llevaban fatal y que lo que subyacía era una eventual posibilidad de que un sector del partido apoyara a Valencia para ser candidata a la alcaldía. Pero eso es el pasado. Irene debería pensar mejor las cosas antes de decirlas, las comparaciones son odiosas.