Un pequeño desastre informático me ha privado del sistema de mensajería Whatsapp en mi iPhone con lo que no vayáis a pensar que no quiero hablar con vosotros o que me he marchado a las Bahamas (cosa probable cuando toque), pero de pronto me he quedado en paz, no hay conversaciones innecesariarias ni avisos incordiantes de quien cree que estoy mirando todo el día mi móvil. Si queréis en el contacto de este blog aparecen los teléfonos y el correo electrónico. Los viejos y ahora gratuitos SMS no fallan.