Los 091, en 1984, en Jerez con su manager y el autor de este blog (con guitarra). Foto JJ García |
De fondo tengo a Eagles (Long road out of Eden, de 2007),
una pena la muerte de Glenn Frey, un
buen tipo, guitarrista vacilón, grande. Llevo varios días recomponiendo asuntos
y preocupándome de lo que es importante, alejando a los tóxicos y envidiosos
con energía y sin miedo. Por eso no publico mucho en el blog ni en este medio
que, amablemente y sin recibir nada a cambio, reproduce mis humildes
comentarios de veterano kanalla andaluz. Estoy ocupado pero no preocupado
porque creo que todo va bien, teniendo en cuenta la situación del país. No
corran, porque nos quedan algunos episodios memorables antes de que tengamos
gobierno y presidente o se convoquen nuevas elecciones generales.
Juan Jesús García, periodista granaíno sin tanta malafollá como otros, me sacude el alma
con una foto, de 1984, en la que aparezco con los 091 tras ganar la banda resucitada el III Concurso de Pop y Rock Alcazaba. Joder, qué golpe al corazón. José Ignacio Lapido me dejó su
guitarra (mi eterna asignatura pendiente) y nos hicimos la foto. Yo trabajaba
en Radio Popular (fijaros en la
chapa) y aún conservo esa camisa negra de los conciertos, que compré en una
tienda pop de Madrid antes de venirme a Jerez. Juanje me manda una foto que me
emociona muchísimo, me pone las pilas ¿qué podría deciros? Granada es una
ciudad que quiero con locura porque en ella pasé momentos que difícilmente
puedo olvidar. En los ochenta.
Me da pena, la verdad, que la
banda que tanto le debe a Jerez y su concurso –que Pacheco impulsó, dicho sea
de paso- no haya incluido aún a mi ciudad en su hoja de ruta de este 2016. Lo
siento y me jode mucho. Pero da igual, los veré en alguna ciudad, con lo que mi
niña y yo tendremos una magnífica excusa para viajar y así le podré contar
batallitas que he vivido, a veces imposibles de creer, pero juro que son
ciertas. 091 está llenando todos los conciertos que se anuncian y en su web oficial podréis
comprobar el aprecio que sienten muchos periodistas por ellos. ¿No vendrán a
Jerez? Una pena, de corazón. Llenarían…
Quiero compartir esa foto con
todos vosotros porque en ella se refleja toda una época que viví muy deprisa, a
veces sin saborear lo que tenía a mi alrededor, loco por la música y la radio,
sin la que no puedo estar ni un segundo. Calma mi ansiedad, mi asco por lo que
me rodea y me han hecho sufrir. Y me devuelve a la realidad, a la alegría del
amor, al aprecio de las buenas personas y las acciones positivas. Estoy seguro
que Dios pondrá a cada uno en su sitio porque como dicen los “cero” está de
nuestro lado, y más con el Papa Francisco, nada convencional.
El sillón maldito
Nada más ser elegida alcaldesa de
Jerez, la socialista Mamen Sánchez
tomó algunas decisiones. Nada más llegar al despacho de la Alcaldía lo supo, no
lo ocuparía a diario. Optó por marcharse a otro, con mesa de reuniones, más
reducido, que da a uno de los patios de la casa consistorial. Me lo contó en una
amena reunión: “Me da yuyu”.
No me
extraña porque sus antecesores en el cargo las están pasando putas. Ese
despacho, con ese sillón maldito, da a la calle Consistorio. Hay viejos
funcionarios que hablan de algún insigne fantasma que merodea por esos lares,
algún policía jubilado que veía sombras y oía lamentos. Pero lo que todo el
mundo comenta es que ayer se reunieran en un mismo espacio tres ex regidores. Y
no para algo bueno, la verdad. Todos asistimos, atónitos, a ese desfile político
ante la Justicia.
Manda narices que los tres
alcaldes de la democracia, Pedro
Pacheco, Pilar Sánchez y María José García Pelayo anden enredados en graves
asuntos judiciales que ayer convirtieron en noticia a Jerez en toda España. Es
un sillón maldito, no me extraña que Mamen Sánchez sea prudente y use el
despacho lo justo. La vara de mando es peligrosa porque el ejercicio de la
política lo es. Y todo lo que está pasándole a los tres tiene que ver con ellos
y con nadie más.
Abrieron la Caja de Pandora y no pararon los infortunios. Leo
las crónicas y los tuits de mis compañeros y compañeras de profesión y me
impresiona mucho ver a Pacheco, con una botella de agua en las manos, esposado,
saliendo del furgón de la Guardia Civil. Y las declaraciones de Pilar Sánchez,
la actitud seria de Pelayo. Ciudad triste. No me gusta.
Una de música
Sí, me gustan. Hacen rock &
roll y si le sumas a Miguel Ríos, ni
te cuento. Me habría gustado mucho haber estado aquellas dos noches en el Price, cuando M-Clan grabó su soberbio disco en directo con buenos amigos, uno de
ellos el granaíno.
Gran canción para quienes, de ninguna forma, pueden, podemos
seguir así. No vamos a consentirlo, hay que pelear por aquello que merece la
pena, como esos admirables bomberos de Sevilla, multados encima con 15.000
euros por salvar a un puñado de personas de la muerte segura. El que aguanta
gana.
Soy un jodido optimista dispuesto a no dejar pasar ya ni una, a nadie,
por nada. Como tú ¿no?