El rey Felipe VI saluda al candidato del PSOE y secretario general, Pedro Sánchez (22 enero 2016). Foto PSOE |
Con media clase política en
Fitur, el primer acto de la ópera del nuevo tiempo político tuvo de todo este
pasado fin de semana. Yo les recomiendo que no pierdan detalle del comité
federal del PSOE anunciado para el día 30, si se llega a celebrar, claro. Pero
tampoco de la forma en la que el rey Felipe VI está llevando el procedimiento
para la formación del nuevo gobierno. Es su momento y una prueba de fuego a la
que se enfrenta paso a paso.
El monarca inicia este miércoles
su segunda ronda de contactos, que igual tiene sorpresa. Seguro que no se
arriesga a proponer un candidato destinado al fracaso. Lo que no entiendo es la
razón por la que no propuso directamente al candidato socialista que, en
teoría, podría tener mayoría de síes. Y esa especie de limbo al que se ha
marchado Rajoy, tan ricamente.
Admito mi interés ahora como
andaluz en saber qué papel jugará mi comunidad autónoma en el futuro rediseño
constitucional, más allá de las cuitas que la presidenta, Susana Díaz, tenga con su secretario general, Pedro Sánchez. Asuntos que pasarán de una u otra forma.
Ahora bien, lo de la reforma
constitucional si me interesa, nos jugamos mucho y esta vez hemos de estar en
primera fila, porque tenemos razones de mucho peso para ello. De todo tipo. Y
no me cabe duda que Susana Díaz sabrá estar a la altura que merecemos quienes
nos dejamos la piel todos los días buscando un futuro mejor.
Y lo digo muy en serio, convencido
de ello. Vamos a vivir momentos de cambio anhelados, una sociedad más libre,
transparente y tolerante. No paro de leer programas electorales y promesas. Si
lo hacen comprobarán el largo número de asuntos en los que coinciden.
Comprendo que el coste de unas nuevas
elecciones generales, 130 millones de euros, se nos presente como argumento
para forzar acuerdos intragables, pero si hay que gastarlos pues que se gasten.
Auguro que las empresas de sondeos lo van a tener muy complicado para acercarse
a un eventual resultado final de los comicios. El personal cuenta ahora con más
información sobre la conducta y la realidad de las promesas de los líderes
políticos.
No corramos, todo lleva su ritmo,
el Estado funciona perfectamente y el Gobierno que salga de todo este carajal
tiene que ser suficientemente sólido porque en Europa nos esperan los tipos de
negro, tijeras en mano, para seguir ejecutando su austericidio. Eso sí que importa.
El que tiene miedo es el capital,
lo tienen los banqueros, los poderes fácticos incrustados hasta el tuétano de
quienes mandan y mandaron en este país. Y no me extraña, porque hay un ajuste
de cuentas pendiente, por parte de los de abajo. Sin duda. El miedo cambia de
bando.
La reunión del grupo de Podemos Andalucía en Atarfe, este pasado fin de semana. |
Nada es como creemos. Me cuesta
trabajo escribir sobre la actualidad política de mi país. Es una mala ópera con
un enorme éxito de público, confiado en la maestría de los actores, aún por demostrar.
Si la semana pasada fue de infarto, no esperen menos de la que afrontamos
porque creo que nos van a dar más sorpresas, amén de informaciones para
acojonar e inducir al personal a creer verdades a medias. Sorprendido me quedo
del nuevo talante –mismo discurso, no obstante- de la lideresa andaluza de Podemos, Teresa Rodríguez. La profesora ‘anticapi’ cobrará más protagonismo
mediático conforme avance el proceso. Eso creo.
Podemos Andalucía solicitará a la dirección de Podemos que “la
bancada andaluza -los 10 diputados andaluces- tenga un reconocimiento especial
dentro del grupo confederal de la formación en el Congreso de los Diputados,
dado el carácter de nacionalidad histórica de Andalucía, tal y como viene
recogido en el Estatuto de Autonomía de Andalucía”. Dicha petición será elevada
a Podemos tras el acuerdo unánime adoptado por el Consejo Ciudadano Andaluz
(CCA) de Podemos, que se reunió ayer en la localidad granadina de Atarfe. Van
tras la herencia del andalucismo hecho trizas por sus dirigentes en tiempos
pasados.
Una de música
No sé la razón, pero me he pasado
todo el finde tarareando este clásico
de Lou Reed. Quizás porque al final
no nos quedará otra que irnos a dar un paseo por el lado salvaje de la vida. El
vídeo es de 1985, el viejo Lou participó en un festival a favor de los
granjeros, de la gente del campo, imprescindibles para los de la ciudad. Farm Aid contó
con Willie Nelson, Neil Young y John Mellencamp. Vamos a dar un paseo,
pero volveremos…