Espero que los planes de reindustrialización de la Bahía de Cádiz y el despido masivo de 1.600 trabajadores (hoy, oficialmente, en las listas del paro y con sus indemnizaciones en el bolsillo) sean motivo de debate serio en los próximos días. Lo digo porque después de estar ayer con los trabajadores de Boliden, ex mineros dice la Junta, pocos pero fuertes y con las ideas claras (no quieren trabajos basura), tengo serias dudas y un escalofrio me recorrió la espalda. He leído, con atención, la entrevista que mi buen amigo ex compañero de El Mundo, Antonio Salvador, le hizo el otro día a Isidro Jiménez, el último mohicano de Delphi. Dice verdades como puños.