Hasta la mesa de algunos periodistas (es decir, su correo electrónico) han llegado papeles con datos muy inquietantes sobre determinados movimientos de fincas, cambios de titularidad, revalorizaciones simultáneas que han beneficiado en los últimos años a un tipo cuyo nombre comienza por A y que es de la familia, de un poderoso clan, y todo un pata negra. Un verdadero sinvergüenza que habría hecho de su carrera personal al amparo de algunos políticos un ejemplo de lo que no se debe hacer. El tipo va a encontrar la horma de su zapato en breve. Que vaya buscando tranquilizantes por un tubo, y un buen abogado. Se va a enterar de lo que vale un peine porque le pisan los talones. Los mansos son los peores cuando se les enfada. Así, que a esperar acontecimientos, querido A, bandido serrano.