Es curiosa la coincidencia de dos informaciones en el día de hoy. La primera sobre lo bien que le van los negocios a las empresas del Campo de Gibraltar. La segunda sobre un estudio realizado entre 1975 y 2000 sobre la mortalidad en esta comarca, ante la solicitud de un informe epidemiológico independiente que certifique si hay razones o no para estar preocupados por la incidencia de la contaminación ambiental en el Campo de Gibraltar y las muertes por cáncer.