Y tanto. Para siempre. El secreto de vivir es perder el miedo a hacerlo. Un ángel me ha dado hoy otra oportunidad de seguir adelante, por lo que lo siento, pero voy a tener que seguir portándome bien. Hablando todo lo claro que pueda. Porque nunca sabes cuando dejarás de hacerlo.
La mala política es una mierda, la buena es otro cantar, luchar por los intereses generales, por los más desvalidos, por la gente que no sabe, no quiere o no puede defenderse. Eso se puede hacer desde el periodismo, siempre que no haya un fascista mediocre que te lo impida por intereses espúreos. Y de esos hay en todos los partidos y organizaciones. Hoy me han llamado ex asesores de la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, que no lo pasan bien precisamente. Se sienten en la cuneta, abandonados...
Manda cojones que, si bien ellos sabían que lo suyo era finito (en algún caso inmerecido), hayan terminado en la puta calle en un ayuntamiento donde sobran cientos que no sé sabe qué méritos tuvieron para entrar. Sólo Sánchez sabe la razón por la que nada más aterrizar al cargo no hizo lo que todo el mundo deseábamos que hiciera, para salir de dudas, más que nada. ¿Cobardía o consejos inconfesables?
Una reflexión final, si alguno de los asesores canta por bulerías, asumiendo su responsabilidad, la alcaldesa no podrá inscribir su candidatura en diciembre. Unirán sus destinos. El día 10 sigue el proceso, estaremos atentos a los testimonios.
No sé más, excepto que hay gran cabreo interno en el PSOE jerezano tras la última asamblea. Y si no que se lo pregunten a Antonio Fernández Ortega, que se marchó airado -según parece- ante el asunto de la falta de cobertura jurídica a esos asesores de los que hablaba al principio. Hubo un rifirrafe con Salvador León, según me cuentan. Complicado está todo, muy complicado.
La mala política es una mierda, la buena es otro cantar, luchar por los intereses generales, por los más desvalidos, por la gente que no sabe, no quiere o no puede defenderse. Eso se puede hacer desde el periodismo, siempre que no haya un fascista mediocre que te lo impida por intereses espúreos. Y de esos hay en todos los partidos y organizaciones. Hoy me han llamado ex asesores de la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, que no lo pasan bien precisamente. Se sienten en la cuneta, abandonados...
Manda cojones que, si bien ellos sabían que lo suyo era finito (en algún caso inmerecido), hayan terminado en la puta calle en un ayuntamiento donde sobran cientos que no sé sabe qué méritos tuvieron para entrar. Sólo Sánchez sabe la razón por la que nada más aterrizar al cargo no hizo lo que todo el mundo deseábamos que hiciera, para salir de dudas, más que nada. ¿Cobardía o consejos inconfesables?
Una reflexión final, si alguno de los asesores canta por bulerías, asumiendo su responsabilidad, la alcaldesa no podrá inscribir su candidatura en diciembre. Unirán sus destinos. El día 10 sigue el proceso, estaremos atentos a los testimonios.
No sé más, excepto que hay gran cabreo interno en el PSOE jerezano tras la última asamblea. Y si no que se lo pregunten a Antonio Fernández Ortega, que se marchó airado -según parece- ante el asunto de la falta de cobertura jurídica a esos asesores de los que hablaba al principio. Hubo un rifirrafe con Salvador León, según me cuentan. Complicado está todo, muy complicado.