Da igual si ayer fueron 35.000, 80.000 ó 150.000, fue impresionante ver como las seis marchas de los 'indignados' crearon en la Plaza de Neptuno, en Madrid, la imagen y la certeza de que el movimiento 15M no solo no ha muerto sino que se va consolidando por momentos. Para el próximo martes 21 de junio, a las ocho de la tarde, frente al Congreso de los Diputados, hay convocada otra protesta por la reforma de la negociación colectiva, dado el fracaso de los sindicatos y la patronal, muy escorada en estos días.
Se trata de libertad, de escuchar a todo aquel que tiene algo que decir, en su pleno derecho constitucional. Rajoy y Rubalcaba harían mal en menospreciar un movimiento de protesta que se alimenta de la creciente indignación colectiva por todo lo que pasa día a día. Y también Cándido Méndez y Fernández Toxo, y Joan Rosell, el catalán que contamina a sus compañeros de la CEOE. Este fin de semana, Santiago Herrero, presidente de la CEA, ponía el acento en la necesidad de reducir empleos públicos. Nos esperan tiempos duros, de indignación, así que vayamos preparándonos para lo que se avecina.
Por lo demás, IU está adentrándose en una senda peligrosa, y deja claro que no piensa pactar con el actual PSOE, ni le gusta ni lo piensa apuntalar. La unidad de la izquierda se ha roto. Pronto lo veremos en Chipiona, se acaba de confirmar en Extremadura, donde gobernará el PP, algo normal si se recuerda que las ciudades más importantes ya eran azules. Esta será una semana de cambios en el Ayuntamiento de Jerez. El PP ha llegado para quedarse y lo tiene fácil, basta ver el panorama a su alrededor.
Buenos días y buena suerte
Pepe Contreras
