Pepe Griñán tiene el PSOE como un 'colaor', se le escapan las confidencias, como lo hablado el otro día en la reunión pacificadora con los secretarios provinciales. Porque fue para eso. Griñán no se termina de dar cuenta el enorme cabreo (odio quizás sea excesivo) que existe entre las huestes socialistas andaluzas, sobre todo las que siguen en la sombra a las órdenes del 'general Luis Pizarro'. El presidente-secretario general negó ayer la información que publicó EL MUNDO, según la cual"amagó" con dimitir en 15 días, tras exigir un apoyo orgánico interno que no logró. Griñán ha dicho que esa cena, "tal como cuenta el periódico en esa narración, me la perdí", porque no recuerda nada. Añadió que "todo el mundo sabe que antes de los comités federales me reúno con los secretarios generales de Andalucía", pero en la cena citada sólo se habló de "coordinar la posición y pleno apoyo a Rubalcaba". "El único que me hará dimitir es el pueblo si me retira la confianza". Pues bien, hay más detalles de ese encuentro con los secretarios provinciales que van a salir.