8 dic 2005

¿Qué fue de los inmigrantes que trataron de saltar las vallas?

Hay algunas webs de ONGs y antimilitaristas que se vienen preocupando aún por la suerte de los pobres infelices que intentaron saltar las vallas en Ceuta y Melilla. El asunto, portada durante muchos días, ha dejado de interesar para muchos, pero quedan rastros en la red. Es el caso de la crónica que una persona, que firma como Helena Maleno, publica en la web http://www.antimilitaristas.org/ en la que da cuenta de los efectos de la cola de la tormenta tropical Delta sobre el campamento militar próximo a la ciudad de Guelmín. El relato ofrece una visión del triste panorama al que se enfrentan esos inmigrantes. Las historias de Marruecos y España en materia de inmigración no están tan claras.

Tormenta tropical delta y Campamento de Guelmin Helena Maleno Sección:Informativa

Miércoles 30 de noviembre de 2005

Día veintiocho de noviembre por la tarde, las autoridades marroquíes deciden deportar a la frontera de Argelia a un grupo de los inmigrantes retenidos en el campamento militar próximo a la ciudad de Guelmín. Todos los inmigrantes del campamento, excepto los demandantes de asilo, fueron trasladados a los autocares.
La situación se volvió muy tensa porque también los demandantes de asilo, algunos de ellos cuyo refugio puede ser reconocido, querían subir a los autobuses. Preferían ser deportados a continuar bajo la detención de los militares.
Una de las mujeres, de nacionalidad congolesa, gritaba que se encontraba enferma, que en el campamento hacía mucho frío, que tenía fiebre y que si la deportaban a la frontera con Argelia podría encontrar la forma de acceder a un médico. Finalmente tres congoleses que habían pasado la entrevista con ACNUR y posteriormente habían presentado el recurso a la denegación de sus papeles, deciden partir a la deportación aunque su nombre no se encuentra en la lista.
Aquella madrugada sería terrible para los aún retenidos en el campamento. Y es que la tormenta tropical Delta, la misma que tantos destrozos ha causado en las Islas Canarias, llegaba también a las costas marroquíes. Las tiendas donde dormían los demandantes de asilo volaron por los aires y las personas quedaron toda la noche al descubierto bajo una fuerte lluvia y un viento atronador. Recordamos, que en este campamento, aún sigue retenida una niña de nueve años y su madre.
La electricidad también se había cortado y los demandantes de asilo cuentan como el pánico se hizo presa de ellos: “Las tiendas volaban, no podíamos ver nada, sólo un viento que nos tiraba y nosotros nos refugiábamos donde podíamos, cerca de una especie de garaje de los militares. Estábamos empapados y destrozados. El teléfono no funcionaba hasta las seis de la mañana, la hora en la que os hemos llamado porque no podemos soportar más esta situación”.
El día 29 los militares montan una tienda al resguardo de una especie de edificio para aminorar el efecto de las inclemencias meteorológicas. En esta tienda duermen todos los demandantes de asilo. Por la tarde cuatro personas más, que habían hecho la entrevista de ACNUR y el posterior recurso a la denegación son llamados por las autoridades marroquíes para ser deportados, suponemos que también a la frontera con Argelia.
Hasta el momento, día 30 de noviembre, los demandantes de asilo, algunos de ellos con su estatuto ya reconocido por el ACNUR, tras la entrevista pertinente, siguen detenidos por las autoridades marroquíes. Aún esperamos su pronta liberación, si es posible durante el día de hoy.