No tengo nada en contra de Pepe Loaiza, el presidente provincial del PP y parlamentario andaluz, excepto su falta de coraje en defender a una persona honesta y leal cuando llegó el caso. Total, son cosas que pasan en este salvaje, adorable y despreciable mundo de la política. Pepe Loaiza es oficial del Ejército, abogado y ahora uno de los leales de Javier Arenas. Ha ganado en calidad de vida, ha perdido algo de sueldo y tiene, como los parados de Delphi, grandes expectativas. Pero no me da miedo, en absoluto, ni que se cabree, ni que hable, diga o comente sobre este periodista, si es que lo hace. Me da igual, y le tengo el mismo respeto que antes. Aunque las raras ocasiones en que hablamos no me mira a los ojos cuando habla conmigo y cuando lo hace siento que lo que dice no es del todo sincero, aunque sea verdad. No tengo ya su teléfono móvil, pero me basta y sobra este blog para decirle que va a perder Chiclana irremediablemente por variadas razones que se resumen en una: ausencia de talante. Y no el suyo, sino el de Ernesto Marín, el actual alcalde, rendido ya ante la evidencia de que sus formas no gustan a nadie dentro y fuera de la esfera política. Un empresario independiente. En el PP prefieren un militante disciplinado, qué hostias. Y que digan lo contrario. Pepe Loaiza sabe, demasiado bien, lo que significa Chiclana para el socialismo andaluz, pero es además que la ciudad -si las inversiones fluyen (ahora no ocurre)- está llamada a jugar un papel muy destacado en el futuro inmediato de la Bahía de Cádiz. En el PSOE si algo saben hacer es escribir una hoja de ruta y cumplirla contra viento y marea. Y como en los Marines, no dejan ni muertos, ni heridos y menos resentidos por el camino, algo en lo que el PP es experto.
Román no tiene quien le escriba
Veamos. Eso del cambio de actores no es así del todo. Se trata de un cambio de actor, del ex alcalde socialista José María Román. Por lo que se cuenta en las mesas camilla del poder socialista gaditano, los grandes pesos pesados chiclaneros como José de Mier (no es coña, Pepe, no me refiero a que estás sobradito de kilos), Manuel Jiménez Barrios, José Antonio Gómez Periñán, o Sebastián Saucedo, y otros, no es que estén en plena sintonía con José María Román. Pero todos saben en Cádiz, Sevilla y hasta Doñana, que tienen un problema político de relevo con "el hermano" del diputado Rafael Román. Hay una rumorología que apunta a un destino alternativo, que habrá una nueva ejecutiva en octubre en el PSOE de Chiclana en la que puede que Román no sea el secretario general. Pero como lo vuelva a ser, y la situación política municipal no se haya deteriorado tanto como se barrunta desde los coros mediáticos interesados, el PSOE, en abstracto, va a tener un problema. José María Román anda crispado, cuentan, porque son ya muchos los le que le consideran el "actor" a sustituir. Me explico, el PSOE no gobierna en Chiclana porque Román perdió las elecciones. Tan claro como eso. Y eso se paga, políticamente, tarde o temprano. Obcecarse en impedir lo irremediable es, amén de un esfuerzo estéril, un freno que el PSOE no se puede permitir.
El retorno del lado oscuro
Y mientras, aparece en la tierra de promisión una curiosa Plataforma por Chiclana que pide, directamente, la vuelta de Román al poder. El asunto tiene altavoz en Diario de Cádiz, donde los impulsores de la plataforma botafumeiro romaní explican sus razones. Lamentablemente, Ernesto Marín no tiene ni idea de política de comunicación porque no termina de explicar, con datos, pelos y señales, la estrategia de acoso que sufre la ciudad en algunos ámbitos. Es más, ni siquiera conocen esos detalles en Sevilla y menos en Madrid. Así le va al que llaman "Ernesto el breve". Como siempre, en el Diario de Cádiz lo más sabroso no está en la crónica sino en los comentarios de los 'lectores'. Los partidarios de Román saben que han de apretar el acelerador, que la cosa está chunga de papeles, que en más de medio partido socialista no saben qué hacer para que no vuelva y se normalice todo. Esto se anima chicos.
Román no tiene quien le escriba
Veamos. Eso del cambio de actores no es así del todo. Se trata de un cambio de actor, del ex alcalde socialista José María Román. Por lo que se cuenta en las mesas camilla del poder socialista gaditano, los grandes pesos pesados chiclaneros como José de Mier (no es coña, Pepe, no me refiero a que estás sobradito de kilos), Manuel Jiménez Barrios, José Antonio Gómez Periñán, o Sebastián Saucedo, y otros, no es que estén en plena sintonía con José María Román. Pero todos saben en Cádiz, Sevilla y hasta Doñana, que tienen un problema político de relevo con "el hermano" del diputado Rafael Román. Hay una rumorología que apunta a un destino alternativo, que habrá una nueva ejecutiva en octubre en el PSOE de Chiclana en la que puede que Román no sea el secretario general. Pero como lo vuelva a ser, y la situación política municipal no se haya deteriorado tanto como se barrunta desde los coros mediáticos interesados, el PSOE, en abstracto, va a tener un problema. José María Román anda crispado, cuentan, porque son ya muchos los le que le consideran el "actor" a sustituir. Me explico, el PSOE no gobierna en Chiclana porque Román perdió las elecciones. Tan claro como eso. Y eso se paga, políticamente, tarde o temprano. Obcecarse en impedir lo irremediable es, amén de un esfuerzo estéril, un freno que el PSOE no se puede permitir.
El retorno del lado oscuro
Y mientras, aparece en la tierra de promisión una curiosa Plataforma por Chiclana que pide, directamente, la vuelta de Román al poder. El asunto tiene altavoz en Diario de Cádiz, donde los impulsores de la plataforma botafumeiro romaní explican sus razones. Lamentablemente, Ernesto Marín no tiene ni idea de política de comunicación porque no termina de explicar, con datos, pelos y señales, la estrategia de acoso que sufre la ciudad en algunos ámbitos. Es más, ni siquiera conocen esos detalles en Sevilla y menos en Madrid. Así le va al que llaman "Ernesto el breve". Como siempre, en el Diario de Cádiz lo más sabroso no está en la crónica sino en los comentarios de los 'lectores'. Los partidarios de Román saben que han de apretar el acelerador, que la cosa está chunga de papeles, que en más de medio partido socialista no saben qué hacer para que no vuelva y se normalice todo. Esto se anima chicos.
Mañana: Nadine, misterios de una concejala
Para ir entrando en materia, recordemos lo que dijo hace poco...
