No creo que vaya a ser un presidente interino. Ni mucho menos. José Antonio Griñán, ahora que ha 'convencido' a los ocho secretarios provinciales del PSOE, ejercerá como secretario general y como presidente. Es curioso que todo el mundo haya visto normal que Chaves compatibilizara ambos cargos y que ahora no parezcan tener prisa en que Griñán haga lo mismo. Ayer tuve ocasión de hablar, brevemente, paseo arriba, paseo abajo por los pasillos del Hotel Barceló Renacimiento, con el presidente de la Junta, mientras sus asesores le pasaban el 'resultado' de su encuentro con los ocho secretarios. "Bien, todo está bien" se limitó a decir Griñán a los periodistas que, sin demasiado éxito, intentábamos obtener alguna declaración. Que Griñán acceda al control de partido y Junta debe servir para dar un cambio y enderezar el rumbo de la nave andaluza hacia la innovación, alejarnos de la pandereta de Canal Sur, del ombliguismo.